Temor nuclear

La decisión de Donald Trump acerca de abandonar el acuerdo nuclear con Irán trae consigo muchas opiniones y consecuencias. Incluso, aliados europeos de EE.UU. intentaron sin éxito persuadir al mandatario americano para que permaneciera dentro del pacto, lo que genera un distanciamiento entre ellos.

Prácticamente durante todo su mandato, Trump ha dado claras muestras en las que toma decisiones unilaterales en diversas ocasiones, y este caso es un ejemplo.

Sería complicado tratar este asunto desde una perspectiva en la que EE.UU. lleva a cobo una política racional, ya que ni siquiera el país actúa como un ente unitario para tomar decisiones en política exterior, gracias al presidente actual. Al interior de la nación surgen opiniones en contra de este acto, sin embargo, Trump ha conformado su gabinete por sujetos que sigan la misma línea de pensamiento que él y esto le permita tener un margen para maniobrar de acuerdo a como él desee.

Las enormes consecuencias que tiene la decisión de Trump son el riesgo de guerra en la región. El presidente iraní dijo que sin importar la salida de EE.UU. su gobierno y los demás miembros del pacto continuarán comprometidos con lo establecido, sin embargo, Irán ordenó a las autoridades atómicas de su país que se preparen para comenzar el enriquecimiento de uranio a altos niveles, en dado caso de que fracasen las negociaciones.

Aunado a lo anterior, Trump argumenta que el pacto fue resultado de una mala negociación, que no trajo ningún beneficio, ni paz, ni calma, por lo que él está dispuesto a entablar nuevas negociaciones.

Una de loas grandes pérdidas para el gobierno americano es que en caso de que Irán decida poner fin al acuerdo de manera definitiva, se bloquearan las inspecciones que se realizan para supervisar las actividades en torno a la industria atómica, por lo que perderán todo tipo de acceso a la zona a través de las agencias internacionales que desempeñan este tipo de tareas.

Acciones como la que ha llevado a cabo el presidente norteamericano, propician que demás actores internacionales ya no depositen tanta confianza en EE.UU. ya que lo perciben como una nación poco comprometida y no resulta viable celebrar acuerdos con ella.
Por otra parte, existe la interpretación de que el caso con Irán se trata de una muestra que Trump quiso dirigir para Corea del Norte, que consiste en dejar claro que el mandatario no hace amenazas vacías, sino que cumple su palabra.